27 de agosto de 2010

El parto


Estaba previsto que Ares llegara al mundo el 15 de Agosto aunque nació casi tres semanas antes. A mediados de Julio hacía ya una semana que tenía contracciones así que el ginecólogo me recomendó que lo mejor era provocar el parto para evitar sufrimiento fetal considerando que ya eran demasiados días. Mi primera reacción fue decirle que no quería hacerlo así, yo prefería esperar para evitar la oxitocina y todo lo que conlleva. Esperamos una semana más para volver a visitarme y seguía con contracciones pero no eran de parto. El ginecólogo volvió a insistir en que lo mejor era no esperar más y tras las explicaciones médicas, Javi y yo decidimos seguir su recomendación por si realmente podía haber sufrimiento fetal (aunque seguro que la naturaleza hubiera seguido su curso). Como no somos demasiado entendidos en el tema preferimos no arriesgarnos.

A las 11 de la mañana fuimos al hospital y empezaron los preparativos. Me explicaron que la dosis de oxitocina iba a ser muy pequeña, solo para “ayudar”. A la media hora aproximadamente de ponérmela empezaron las contracciones más dolosas. Vinieron a romperme aguas un par de veces ya que el primer intento resultó ser demasiado pronto. Me ofrecieron la pelota de dilatación y en ella pasé unas dos horas, más bien pasamos dos horas. Javi estuvo ayudándome en todo momento colocándose junto a mí como yo le iba indicando para sentir menos dolor. A las dos horas aproximadamente me pusieron la epidural (admiro a las que habéis dado a luz en casa y sin epidural, no soy tan valiente), pero solo me hizo efecto unos minutos y solo en la mitad derecha del cuerpo, así que me pusieron una segunda dosis que tampoco me hizo efecto en la parte izquierda. Sintiendo el dolor de las contracciones en una parte del cuerpo (una sensación muy extraña) me pasaron al quirófano y solo unos 10 minutos después, Ares estaba en mis brazos, Javi cogido de mi mano y Ariam en mi corazón.

Javi me dijo minutos después que Ares venía con una vuelta de cordón, pero enseguida lo cortaron sin problemas, y yo no me di ni cuenta.

A pesar de no ser el parto que me hubiera gustado, fue un buen parto. El personal del hospital me pareció muy bueno. El trato hacia nosotros fue buenísimo y muy tranquilizador. Me sentí muy a gusto en todo momento (al contrario que en el parto de Ariam). No me hicieron episiotomía, así que la recuperación fue rapidísima.

Nada más nacer lo puse en mi pecho y empezamos ese vínculo tan increíble que no puedo explicar con palabras y que todas las madres que hayáis experimentado la lactancia materna comprenderéis.

Hoy, casi un mes después, me siento la persona más feliz del mundo y lo único que puedo hacer es agradecer cada minuto por la familia tan maravillosa que tengo, especialmente a mi marido, el amor de mi vida.

8 comentarios:

Maulina on 27 de agosto de 2010, 3:09 dijo...

Qué rico saberte tan feliz. Te encuentro toda la razón en la decisión de evitar el sufrimiento fetal. Lo importante es que ambos estén bien y vinculándose con apego. Me alegro mucho por uds cuatro.

Àfrica on 27 de agosto de 2010, 10:00 dijo...

Me n'alegro que estigueu tan bé i que el part anés bé, encara que no fos el que havies pensat al començament. L'important és que esteu tots quatre feliços, moltíssimes felicitats!! Descansa i disfruteu! Una abraçada!

Jasmin Bunzendahl on 27 de agosto de 2010, 17:43 dijo...

Me alegro de que esteis bien. Las cosas no siempre salen como las planeamos pero es importante saber tomar las decisiones adecuadas en el momento adecuado y es lo que vosotros habeis hecho. Vuestros hijos son afortunados por tener unos padres como vosotros
Un beso

Silvia on 28 de agosto de 2010, 1:16 dijo...

Felicidades, me alegro que todo saliera bien para ambos y verle tan acurrucadito con su papi, abuela y hermanito...sigue disfrutando de estos momentos tan bellos de amamantar a un bebé.

Sandra on 28 de agosto de 2010, 14:47 dijo...

Gracias a las tres por los comentarios.

Carmen Ibarlucea on 30 de agosto de 2010, 0:35 dijo...

Sandra, que bueno que estuvieron juntos y que el parto fue bueno. Yo creo que hay que ser muy valiente para ponerse la epidural... jejeje... ¡yo no habría sido capaz! Cuando muestran en las películas esa tremenda aguja... me da miedo solo pensarlo... jajaja

Ya ves, cada cual con lo suyo.

Abrazos apretados

Sandra on 30 de agosto de 2010, 0:59 dijo...

Jaja, es cierto Ipe, cada una lo vivimos de una manera. Que cosas!!!!

Eva on 4 de octubre de 2010, 10:43 dijo...

Enhorabuena, qué lindo es!!!

 

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