29 de abril de 2009

Adiós chupete


Desde que nació Ariam ha utilizado el chupete para dormir. Nunca lo ha pedido durante el día, solo cuando ha tenido sueño, le ayudaba a relajarse. Ya tiene 3 años y medio pero aún dormía con chupete. La verdad es que no me preocupaba mucho porque no le ha perjudicado en ningún sentido, después de coger el sueño lo tiraba y tampoco lo tenía mucho rato puesto. Muy de vez en cuando le iba preguntando si quería dormir sin chupete y siempre decía que no. De repente, hace dos días dijo que si. Javi muchas veces juega con el a hacer magia para que desaparezcan las cosas que tiene en la mano y a Ariam le encanta ese juego, así que nos dijo que hiciéramos desaparecer el chupete con magia. Le dijimos que lo pensara bien porque si desaparecía ya no lo podríamos hacer volver y...1,2,3...desapareció. Lleva dos días durmiendo sin chupete, ha dormido perfectamente. Se siente muy feliz al ver que ha sido capaz de dormir sin el.

Con detalles como estos es cuando se confirma que cada niño tiene su ritmo y si lo respetamos no hay llantos, malas noches, sufrimientos innecesarios ni momentos difíciles de esos que todos conocemos. Se que el chupete no está recomendado en la crianza natural, pero como en la mayoría de temas, conozco las recomendaciones y las adapto a lo que considero que Ariam necesita en cada momento.

Lo mismo ocurrió con el tema del colecho. Ariam durmió en nuestra habitación hasta los 2 años. Un día sin más, dijo que quería dormir en su habitación, donde ya tenía su cama preparada desde hacía tiempo. Desde el primer día durmió sin problema, sin bajar de su cama para venir a la nuestra y sin técnicas novedosas (véase Estivil) y desde mi punto de vista antinaturales que trastornan a toda la familia a corto y a largo plazo. Ariam necesitó dos años para tener la seguridad suficiente que le permitiera dormir solo en su habitación, hay niños que tardan más, otros menos. Lo que está claro es que duerme tranquilo, relajado y toda la noche y con la seguridad de que si por cualquier cosa se despierta y nos llama, acudiremos enseguida. Evidentemente hay noches que se despierta igual que no despertamos nosotros cunado no dormimos bien, pero solo necesita una caricia para saber que estamos allí y se vuelve a dormir tranquilo.

Tampoco hubo mayor problema para quitar el pañal. Solo se le escapó un par de veces, cuando lo quitamos estaba realmente preparado, no lo hicimos porque tocaba ni en verano porque hace calor. Lo quitamos en pleno invierno porque el empezaba a pedirlo y estaba preparado, coincidió que tenía 2 años y medio (uff menos mal que esa vez entramos dentro de las teorías, jeje).

Es una pena que se de por sentado que los niños tienen que hacer todos exactamente las mismas cosas a la misma edad y que los padres estén más preocupados de si su hijo tiene 13 meses y aún no anda cuando la mayoría ya andan con 12. Damos por válido en la sociedad actual la estimulación temprana, como sea y al precio que sea, cuando en la mayoría de ocasiones se les sobre estimula para hacer cosas para las que con toda probabilidad no estén preparados a nivel madurativo.

9 comentarios:

Silvia Amador on 29 de abril de 2009, 17:08 dijo...

Preciosa nota con tu experiencia con Ariam. Te confieso que me ha costado bastantito ser paciente con el mio. Pero para eso educamos en casa, pera no compararlos, para darles su tiempo y vaya que como he disfrutado esos momentos en que sube el siguiente escalon. Cuando el momento de madurar llega como se disfruta con estos niños! y lo mas lindo es que orgullosos se sienten ellos con los avances.

paloma on 29 de abril de 2009, 18:56 dijo...

Tu niño es como mi tercero, Micael, que gracia...Es verdad que todo llega, el mío lleva bastantes días sin mamar y hoy me ha dicho que quería "teta" y al momento me dice: !!!!Que va, era una broma!!!!
Por lo que intuyo que la cosa esta llegando al final...Respecto al colecho, ja,ja...Los míos no han salido tan independientes y eso que son un "lote"....otro día cuento sobre esto. Un beso y enhorabuena por el adiós al chupete.

Carmen Ibarlucea on 29 de abril de 2009, 19:24 dijo...

La verdad es que Arian tiene mucha suerte al tener unos papas tan sensatos. Mis hijos no han tenido chupete pero el mayor se empezó a chupar el dedo a los seis meses... fue muy raro, después al año dejo de chuparlo.

En nuestro caso el mayor se quedo más tiempo en la cama que el pequeño,... realmente no hay reglas... aunque hay algunas cuestiones básicas que nos van orientando, como que dormir bien y jugar mucho son síntomas de buena salud física y psíquica.

Sandra on 29 de abril de 2009, 19:51 dijo...

Silvia, la verdad es que aunque eduquemos en casa la paciencia a veces también se pierde. Aunque a mi todo esto me está enseñando a tomarme el día a día con más calma y me está ayudando a relajarme. Aprendo de el contínuamente, ellos también nos dan lecciones a nosotros, y de las buenas.

Paloma, la faena que debes tener con todo ese "lote" ylo bonito que debe ser al mismo tiempo. Cuenta lo del colechi ehhh!

Ipe, uff con lo mayores que son los tuyos veo que esas experiencias no se olvidan. Creo que puedo decir que Ariam tiene buena salud física y psíquica.

Besos a las tres.

Lola on 30 de abril de 2009, 12:39 dijo...

Me parece genial tu entrada. Respetando sus ritmos o haciendo las cosas cuando ellos te las piden es mejor y más fácil para todos.
Mi hijo D. (que es de la edad de Ariam) dejó el chupete este verano y sin traumas tampoco, la historia es que el chupe se quedó en la playa disfrutando de las olas.
Cada niño madura a un ritmo diferente y poder respetar esos ritmos es todo un mérito.

Anónimo dijo...

Hola Sandra, soy Mara, alguna vez ya te escribí. Mi hija de 2 años ha conseguido dejar el chupete durante el día, no lo lleva por la calle, sólo para dormir. Empezó como un juego: tenemos una cajita donde ahí gurdamos lo que más nos gusta, como el chupete y antes de salir a la calle nos tenemos que acordar de dejarlo y, cuando volvamos, abriremos la cajita y ahí estará. Pues funcionó!! Ni lloros ni la obligaba ni nada, ella solita. Y bueno, lo siguiente será quitarlo a la noche, pero cuando esté preparada.

Con lo del pañal lo mismo, hace poquitos días cumplió los 2 añitos y aunque ella ya hacía pipis antes de ir a la bañera, después de la siesta... pues yo le ponía el pañal, hasta que el otro día me dice: no mama, bolquer no, vàter, vàter!! pues increíble, va sin pañal y me pide el pipi y la caca, aunque por las noches sí se lo pongo.
Mi idea era quitárselo para el verano (dichoso verano), así veía que estaba más preparada, pero una vez más ellos, nuestros hijos, nos enseñan que a veces se adelanta o se atrasa su momento, y éste era el suyo, no en verano ni con 18 meses ni con 3 años, ella lo decidió.

Lo del dormir, bueno, ahí vamos. Practicamos clohecho aún. Empezamos al añito porque se despertaba muchas veces y se develaba, y yo con un sueño... y enfado... y bueno, decidimos que la niña durmiera con nosotros y mano de santo!!!
Pero a veces dice de dormir en su habitación, así que lo intentaré, ella se duerme con mi mano y yo acostada a su lado, así que alomejor acabo yo durmiendo con ella en su cama!!! je je

Vaya rollo he soltado, bueno, que me encanta tu blog, me gusta cómo explicas todo, enhorabuena por esa familia.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hola otra vez, soy Mara. Quería decirte que yo, al trabajar en una guardería pues veo cosas que me gustan y otras que no, con el tema de respetar sus ritmos. La verdad que depende de la educadora... pero en teoría sí se respetan.
Pero hay una cosa que me tiene intrigada: hace unos días estuve en una clase ayudando,y la edad de los niños era de entre 14 y 18 meses más o menos, y había una niña que prácticamente no se movía, ella juagaba sentadita pero si el juguete se deplazaba unos metros ella no hacía nada por conseguirlo de nuevo Y tendría unos 14 meses o así). Al observarla en varias situaciones, la educadora de esa niña decidió comentarlo a la fisioterapeuta que tenemos e la guarde. Y dijo que lo que le hacía falta a esta niña era más estímulo, animarla, ponerla en posición de gateo y no sé qué más, porque no era normal que no se moviera , y se le veía despierta y feliz... pues al cabo de varios días de trabajar la fisio y la niña, se deplaza, y solita, ha aprendido a caminar, juega más con las cosas, se desplaza por el suelo, se arrastra, gatea, camina, y eso gracias a esta pequeña ayuda. La niña cuando venía la fisio se ponía loca de contenta, es muy dulce, y la ha ayudado mucho.
Sé que esta niña hubiera aprendido a andar de todas maneras más tarde, pero creo que al haber intervenido un poco la niña se ha espabilado más, está más contenta y tiene más ganas de hacer cosas.
Entonces, en algunas ocasiones, veo que sí es apropiado el intervenir un poco, dar el empujoncito, repetando ante todo al niño.
Sólo quería saber qué opinabas...
Porque también tenemos a una psicóloga que nos asesora cuando tenemos algún problema con algún niño. Entrevista a padres que no pueden con sus hijos porque no paran quietos (según ellos, claro), y ella da unas pautas a esos padres o a las educadoras de cómo intervenir con el niño, y la verdad, siempre da buen resultado: el niño más contento y más feliz, con más ganas de jugar... no sé veo que va bien, eso sí, teniendo en cuenta el ritmo del niño.
entonces estoy con la duda de dejarlo o intervenir??
Gracias

Sandra on 30 de abril de 2009, 22:21 dijo...

Lola, que buen lugar para dejar el chupte. El nuestro no sabemos dondne está desapeció por arte de magia! jeje.

Sandra on 30 de abril de 2009, 23:07 dijo...

Mara, sobre la opinión que me pides tendría mucho que decir, a ver si lo hago breve. Yo personalmente, a pesar de educar en casa, soy de la opinión de que la escuela es buena para muchos niños. En lo de respetar los ritmos hablaba mas de los propios padres que de las escuelas porque queremos hacerlos mayores antes de lo que les toca.
En el caso del niño que dices, es dificil opinar sin ver la situación, pero estimular a los niños no me parece mal, al contrario. Habría que ver su entorno familiar, si consiguió tod eso tan rápido es porque no tenía problemas a nivel neuronal, así que posiblemente fuerA mas afectivo. Quizá no sabía moverse porque no ha tenido opotunidad. Muchos niños pasan horas en su sillita, en el carro, een el parquecito de 1x1 m, etc. Para esos niños que tienen un entono poco estimulante la escuela es genial.
Muchas veces si veo oportuno intervenir, yo lo hago con mi hijo, aunque todo a su tiempo. Para quitarle el chupete por ejemplo, algo intervine, de vez en cuando le sugeria que ya podia dejarlo.
La escuela me parece peor cuando empiezan con la memorización, los exámenes, los debres, las notas...

Gracias por seguir el blog, que bien que te guste!

 

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